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“VIVENCIAS” 

                         Por Ines Diaz                         

                         Publicado en Gi-Dona

                               Febrero 2008


                              

Viajo  a 1996, Buenos Aires. A mi primera clase de Danza Oriental. Buscaba agregarle algo  de sensualidad al personaje que estaba preparando para mi trabajo de final de curso en la escuela de teatro. No conocía nada de esta danza.  Estaba dispuesta  a encontrar un grupo de femmes fatales practicando sus artes de seducción, para ser miradas, para gustar. Con mas prejuicios que apertura mental entre al salón.

La sorpresa fue inmensa!  Para comenzar, al empezar los primeros pasos, parecía  como si mis caderas hubieran estado esperando durante años moverse así…..mis pies descalzos se deslizaban por el suelo como si hubieran echado raíces…. No me salía nada bien, por supuesto, pero mi cuerpo estaba agradecido. La música me envolvía, la percusión me dio fuerza, sentía el latido de la tierra…..Pero lo mas sorprendente eran las mujeres que me rodeaban. Era un grupo variado, si bien la mayoría eran jóvenes, también había algunas mayores. Conforme avanzaba la clase, la energía subía. Yo me senté a un lado, ya que mi torpeza no me permitía seguirlas….Poco a poco  sucedió la transformación: se desdibujaron  los rostros cansados y los ojos de todas comenzaron a brillar de otra manera. De pronto la diferencia de edad que había entre ellas desapareció por completo.  Bailaban en circulo, hablaban entre si con el cuerpo, se decían cosas que no podían explicarse en palabras. Las veía intensamente alegres, bellas, poderosas. Me di cuanta de que no bailaban para nadie más que ellas mismas, que no buscaban la aprobación de nadie, por que no la necesitaban.

A partir de ese día la danza y yo vamos juntas. Por que sin darme cuenta, se convirtió en  mi  camino. Es decir que vi  que  al ejecutar la danza todo aquello que era mi vida se veía reflejado en  la manera en la que el movimiento salía; por ende lo que mejoraba en la danza repercutía en la vida!

Pasaron varios años (5 exactamente) hasta que un día decidí enseñar. Lo hice por puro egoísmo. No fue una decisión que naciera de la generosidad, o del “amor al prójimo”.
Fue cuando descubrí que se aprende verdaderamente aquello que somos capaces de explicar con sencillez. Lo que se brinda deja espacio para un nuevo aprendizaje. Quería aprender más, simplemente.

Reuní un pequeño grupo y empecé a transmitir lo que sabía. Nueva sorpresa: enseñar es un arte paralelo a bailar, van de la mano pero no son la misma cosa. Algo evidente para muchos, no para mi……Cada clase que daba era un desafío

Al terminar un curso me vuelvo terriblemente sensiblona. En especial cuando el curso que se acaba es el de tu primer grupo y mas aun cuando sabes que no  hay posibilidad de continuarlo por que has decidido cambiar tu domicilio a 13.000 kmts de distancia. En la clase final todas las alumnas-amigas decían unas palabras de despedida con gran emoción. Pero le toco el turno a una que nos dejo sin lágrimas y con la boca abierta. Ella nos explico que desde durante seis años  había intentado tener un hijo. Que los médicos no hallaban ninguna causa física ni en su compañero ni en ella, pero ese bebé no llegaba….Nos dijo con toda la certeza del mundo que durante el curso de danza algo en ella había cambiado, y que finalmente lo había logrado: estaba embarazada!!!!!No nos explicó que era lo que había cambiado, quizás por pudor, o  por que no lo tenía del todo claro.

Me subí al avión de emigrantes. Había estallado otra crisis en la Argentina y mi imaginación flaqueaba, no era capaz de ver  un futuro mejor. Quemé las naves y partí con mi familia.

Durante el viaje pensaba en ese testimonio. ¿Qué era exactamente aquello que había podido cambiar gracias a la danza? Las posibilidades eran muchas.
Probablemente, lo que a ella le permitió ser madre era el mismo factor que a mi me había eliminado por completo los dolores premenstruales. Tal vez, sino fuera por la danza mis partos no hubieran sido todo lo bellos que fueron….
¿era una cuestión  puramente física?¿ Una relación directa entre sacudir la pelvis-activar hormonas????? o se estaba moviendo algo mas a nivel psíquico????(perdón por  ponerme tan argentina….)
Cuando eres inmigrante ilegal tienes de pronto mas tiempo. No tienes permiso de conducir, ni amigos ni conocidos a los que decir “me voy que tengo prisa” por que no te demoras en ningún sitio. No conoces a nadie y nadie te conoce, así que cuando vas por la calle , te da la sensación de que no eres, no estas allí. Hay un vacío. Un vacío de información y mucho tiempo. Tenia la suerte de poder cuidar a los míos, y una conexión a Internet que me permitió  acceder a muchos textos que me siguen, aun hoy, ayudando a responder esta pregunta y a otras  mas.
Hubo uno, que me acerco a lo que creía podía ser la respuesta . Explicaba que en la antigüedad, y estoy hablando de la cultura pre-patriarcal, la serpiente era el símbolo de la sexualidad femenina. Toda la voluptuosidad, sus ciclos, la fertilidad, la conexión particular con la vida y la muerte… era  la misma serpiente que en los textos bíblicos  susurra a Eva en el  paraíso….la misma serpiente que tanto tiempo después Maria tuvo que pisar.
¿Qué esta pasando con la Danza del Vientre? ¿Por qué este “boom” no para de hacer ruido y de crecer sin parar?
No me alcanza co0n pensar que es una cuestión de  moda. Esta  practica esta cubriendo una falencia, esta siendo utilizada como una herramienta de cambio. Ha sido tomada  por mujeres que como yo, no estamos conformes con los modelos heredados y estamos buscando desesperadamente  otras nuevas maneras de sentirnos mujer, de relcionarnos con la vida.
Nos hemos dejado seducir por el mundo publicitario hasta que esas frases de los anuncios se han colado en nuestras mentes tomando vida propia, casi y poniéndonos en situación de guerra con nuestro propio cuerpo……..¿que nos pasa a las mujeres? ¿ es que acaso esa libertad ganada a pulso por las generaciones anteriores las estamos invirtiendo nada mas que en imagen? ( vale, perdón otra vez por lo panfletaria!)

Ha pasado el tiempo, las cosas cambiaron, y mucho. Los rostros ahora tienen un significado. Se acabo ese tiempo……tengo permiso de residencia y comencé otra vez a dar clases! Empecé con una alumna y poquito a poco el trabajo fue creciendo. He descubierto esta tierra bailando con las mujeres de aquí. Y me encanta….cuando conoces a alguien danzando no hay lugar a dudas, no hay falsos discursos, ni confusiones. No puedes ponerte ninguna máscara  por que cuando bailas emanas algo  y ese algo es lo mas auténtico que hay en ti. Recreo una  otra vez aquella  primera clase de danza , pero ahora soy  la que lleva el rol de profesora….


 

A nivel profesional, tanto en Girona como en los alrededores,  me he encontrado compañeras que comparten la misma visión de  la danza y de la vida. Una y otra vez se anteponen el respeto y los principios ante  las diferencias que van surgiendo. Y eso es mucho decir. Gracias a esta actitud ha sido posible crear  la “Trobada de Danza Oriental de Girona” que en sus dos flamantes ediciones ha sido un éxito para las mas de cien mujeres que hemos participado en cada una de  ellas. También otros encuentros, como “El Festival Internacional del Solsticio”, que igualmente  lleva dos ediciones con figuras de primera línea a nivel mundial. Aun queda mucho camino por delante, por suerte para las que nos gusta  caminar.

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